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Deejay pon reclicplay
Andrés Boscán
Es innegable que los avances tecnológicos en materia telecomunicacional han roto todas las barreras de la imaginación. Los procesos comunicativos cada vez son más inmediatos y eficaces y sin duda alguna han cambiado la forma de percibir el mundo.
Es posible que el más cercano al ciudadano de a pie sean las redes sociales y el Internet, funcionado para gran variedad de cosas. En un artículo antecedente a este hice mención del house como genero musical elitesco, cuando hablo de elite no me refiero a quienes lo escuchan sino a quienes lo practican. Ese desarrollo tecnológico no relego el trabajo de las mezclas y mucho menos lo distancio de sus seguidores, al contrario, el Internet ha servido de soporte para la exposición de deejáis en todo el mundo y poder escucharlos simplemente dando clic.
Fácilmente el gremio “disjockero” se ha abalanzado al uso de esos privilegios que brinda la web, (redes sociales y los portales rumberos) para dar a conocer su trabajo musical. Hay quienes afirman que con todo este revuelo el underground ha sido abandonado, debido a la popularidad que pueden conseguir los reyes del house y la electrónica utilizando el Twitter, Facebook, Souncloud y el mismo iTunes. Soy ferviente de que el undergroud no ha sido abandonado en busca de fama y lucro, sino que se ha generado una plataforma para dar a conocer el trabajo “subterráneo”.
Los deejáis tienen una ventaja sin precedente en comparación con aquellos artistas comerciales, y obviamente lo han logrado por las redes sociales, que les facilita estar en contacto con el público y los seguidores de la movida nocturna, y que en lo personal satisface las necesidades de conocer, platicar y socializar con esos iconos musicales que entonan las noches de rumba.
Esos avances tecnológicos no se quedan en simple publicidad, sino que también ha modificado la forma de hacer música con nuevos programas (VirtualDj), los formatos Mp3 y Mp4, las producciones audiovisuales, los dispositivos electrónicos, en pocas palabras la digitalización del material que se escucha en las rumbas. Algunos escépticos aseguran que “ahora todo el mundo quiere ser Dj”, creo que las facilidades tecnológicas brindan la oportunidad de experimentar, pero sin duda alguna el talento y el buen oído son la brecha que separa los experimentos del buen set.
Vuelvo y repito, ahora con un simple clic podemos escuchar el track de alguno de nuestros amigos “Disjockei” y sentirnos como en la disco.
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